
Me enamoré
Me enamoré de mi más sublime creación. De un fantasma que sólo habitaba en mi cabeza. Cuando me di cuenta de la realidad quedé descubierta ante ella. Me fue fácil aceptarla, me ayudó solamente una hoja de papel y un lápiz, sopesé lo bueno y lo malo. Descubrí que debía celebrar. Que lo único que había de especial era la forma en que yo me había enamorado, viendo con ojos de turista bellezas dónde sólo habían ruinas. Aprendí cuáles son los reductos básicos que no estoy dispuesta a negociar. Aprendí a decir que no; a decidir que batallas luchar y cuales no; a despegarme emocionalmente. Y el resultado final es el kitsukiroy. Me rearmé, cubrí de oro mis piezas rotas, he adquirido un valor mayor, me he renovado. Soy un ejemplo vivo de la resiliencia con mis cicatrices a la vista. Y es que me salieron alas y la realidad me empujó y aprendí a volar y a saber a dónde no regresar jamás.
May Hernández
Créditos al autor de la foto
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